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YÉSICA YENY RODRÍGUEZ

 

Yésica Yeny Rodríguez
Al boliche a comer la muzzarella
Al bailongo a bailar la muzzarella

Yésica Yeny Rodríguez
agitando al viento tu dulce bandera/bombachita rosa
acumulando pulseras fosforescentes
eligiendo al gil que te pague la cerveza

Yésica Yeny Rodríguez
Aviso recuadrado en el diario:

Mujer se ofrece.

Reconstruida a nuevo y con mejoras.

En liquidación. Amplias facilidades.

Yésica Yeny Rodríguez:

ENTREGA INMEDIATA

Gloriosa, majestuosa,

exuberante ninfa de jeans apretados
es mi Yésica Yeny Rodríguez
es el brillo de los dientes

que le van quedando
es su graznido lapidario:
No, que no, que no me conmueven los poemas, que no

Yésica Yeny Rodríguez
Con tal de bajarte la pollera y la bandera
te juro todo
todo es posible
encontrarle sentido a la vida
descifrar el misterio de la cumbia tanga

Yésica Yeny Rodríguez
¡Me traiciono!
¿Soy como los otros,
codiciando tu racimo de embutidos
bajo la minifalda verde y fucsia?

Adoradísima Yésica Yeny Rodríguez
¿Ves?
Entre tus senos se nos confunde

lo políticamente correcto

Yésica Yeny Rodríguez
Yo te convoco
al reino de la felicidad sin celulares

ni implantes mamarios
a no mover el culo cuando los proxenetas de la música te lo ordenen
a soltar el yugo de los amanerados cantores melódicos

Yésica Yeny Rodríguez
que mi asco no te alcance
que la fuerza de los artistas empantanados en tus ojos siempre te acompañe
que te saque las ganas de sacarte todo de la zapatería
que logre que leas los libros locos
que te prive de engendrar mil millones de infelices

Yésica Yeny Rodríguez ¡basta!
Yésica Yeny Rodríguez, yo te reclamo
A la mierda la revista Caras,
las dietas de la luna,
el perfume cazamachos número 5
A la mierda los autos modificados,

tu boca abierta, tu bermuda abierta,

tus chicles de melón, tus besuqueos con pavotes de pelos permanentemente en permanente

Por vos y por todas las Yésicas Yenys Rodríguez
yo te digo HAY ESPERANZA HAY
esta noche mi poema viaja por los bailes de cumbias
pegado al bolsillo trasero bien pegado a tu trasero
Y eso, eso no tiene precio
Es el roce de nuestras banderas en los intersticios de la tela
Es el goce de dos mundos que se palpan emputecidos
Es la RE-VO-LU-CIÓN

 

 

Jorge Alfonso

NO SALIMOS NUNCA NO SALIMOS

 

¡No salimos nunca! ¡No salimos nunca!
Como si el amor debiera ser pulido, analizado, bañado, perfumado y desparasitado, como si fuera necesario entrar en internet para actualizarlo, para bajar la última versión.
¡No salimos nunca! ¡No salimos nunca!
Como si debiéramos llevarlo al dentista, hablarle, darle ánimos. Como si hubiera que probarle modelitos a la moda, alentarlo, enviarlo al médico para hacerle exámenes. Como si tuviéramos que fotografiarlo, filmarlo, pedirle que conduzca con cuidado, que no se pase las luces rojas. Darle palmaditas en la espalda...
¡No salimos nunca! ¡No salimos nunca!
Vos querrías que fuera elegante, discreto, que se vistiera en Harrington. Que cuidara su colesterol y bebiera con moderación.
Como si hubiera que podarlo, engrasarlo, darle un masaje. Como si hubiera que ponerlo al sol, reemplazarle las baterías, leerle el horóscopo, planificarle las vacaciones, comprarle una agenda. Como si hubiera que cambiarle el agua, ponerle un pañal y un babero, sacarlo a la plaza a jugar a la pelota.
¡No salimos nunca! ¡No salimos nunca!
Te gustaría cortarle el pelo todos los meses, vigilar el crecimiento de sus uñas, mandarlo a cursos de meditación y ballet. Ponerle desodorante y vacunarlo contra la picazón. Recomendarle buenas películas y pedirle que cierre bien la puerta, que se acueste temprano y siempre deje las monedas en la alcancía. Enviarlo a un colegio privado para enseñarle a tocar la mandolina y el clavicordio.
Quisieras que se regularizara, que sacara los papeles de residencia. Que se volviera sedentario, tranquilo, que comprara una granja y un buzón con su nombre.
Querés un amor sin aristas, sin líneas filosas. Un amor bien pulido y con una capa extra de lustramuebles.
No te gusta el amor ilegal, el clandestino, la almohada de pasto y el colchón de yuyos. El amor de las tres y catorce, de repente tres y cuarto, de repente no.
No te gusta el amor sin asas, sin bordes fácilmente accesibles, sin canasta familiar y hogar constituido. No te gusta el amor de cheque en blanco, sin cierre y sin botones, el amor agrio, el amor serrucho, el amor kilombero.
No te gusta el amor con vino, el amor sucio, el amor refuerzo de milanesa. No querés el amor radical, el amor anarquista, el amor sublevado, el amor que se retoba.
No te gusta el amor que suena a guitarra con distorsión y huele a pito. El amor de porro y cigarro. No te gusta más que el amor anzuelo, el amor con acta de nacimiento, de angelitos en nubes rosadas tirándose pedos todo el día. El amor a plazo fijo.
No sabés, nunca supiste lo que es el amor damajuana, el amor que llega tarde a trabajar, el que vuelve mamado y con ganas de pelea, el amor de gritos y bocinas, el amor sin cuentakilómetros, el amor sin guantes, el amor exceso, y el amor, amor mío, es exceso.

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