Leonardo de Mello
Un pez que nos devuelva el mar
Se necesitan indicios:
Una piedra que hable de este suelo.
Una hoja que diga: “hay árbol”
Un pez que nos devuelva el mar.
Stella Mari Ponce, Duda.
Al pez que nos devuelva el mar
lo secarán antes que se haga río,
le pondrán un paraguas
antes que se haga lluvia,
lo asolearán, lo escarniarán en la tele,
que la tele es como las plazas.
“Miren al viscoso, al boqueador,
al pobre que se cree el mar, el mar...”
El cronista dejará inconclusa la frase
y la cámara completará, con un primer plano:
“El mar es esto.”
El mar es eso.
Nosotros no necesitamos
que vengan a decirnos qué es el mar,
ni qué somos.
El mar es eso,
y que te queme el sol,
que no te alivien los dedos de la lluvia,
que no esperes a nadie en tu muerte,
que no mueras pensando
que algún joven se sentará una noche en la playa,
cuando los bañistas se hayan extinguido,
preguntándose qué es el mar.
Y no mandes la lluvia para responderle,
ni sirenas, que sabemos que no las tenés.